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Estrategias para manejar objeciones de manera efectiva

Escrito por Abel Gibert Matas | Oct 23, 2024 5:38:53 AM

Ah, las objeciones. El momento incómodo en el que piensas: “Vaya, lo tenía todo bajo control, hasta que el cliente abrió la boca”. Pero no te preocupes, si sabes manejar objeciones de forma efectiva, podrías convertir ese “no” en un “bueno, tal vez” y, finalmente, en un “sí, por supuesto”. Hoy, te traemos un manual de supervivencia para manejar objeciones en ventas, con un toque irónico y una buena dosis de realidad.

1. ¿Qué son las objeciones y por qué te fastidian tanto?

Una objeción es cuando tu cliente, que hasta hace 10 minutos parecía tan entusiasmado, de repente te lanza un comentario que suena a: “No estoy seguro de que quiera esto”. Según OnePageCRM, las objeciones son solo una forma educada de decirte que algo les molesta o no confían en tu solución… todavía. La clave aquí es no tomarlo como un ataque personal, aunque pueda parecerlo. Las objeciones son simplemente la oportunidad perfecta para demostrar cuánto sabes (y lo convincente que puedes llegar a ser).

2. Escucha primero, responde después: No es un concurso de velocidad

Lo primero que debes hacer cuando surge una objeción es escuchar. Y no me refiero a escuchar mientras ya estás preparando la respuesta perfecta en tu cabeza. Me refiero a escuchar de verdad. HubSpot subraya la importancia de detenerse y prestar atención a lo que realmente preocupa al cliente. ¿Qué hay detrás de ese “no sé si me convence”? Quizá no se trata del producto en sí, sino de una cuestión de confianza o falta de información.

3. No te pongas a la defensiva: No estás en un combate de boxeo

¿Has visto alguna vez a un vendedor ponerse a la defensiva? Si no, ¡felicidades! Has evitado un espectáculo incómodo. La regla de oro cuando manejas objeciones es mantener la calma y evitar parecer que estás peleando por tu vida. Como explica Salesforce, en lugar de responder inmediatamente con un “¡pero mi producto es el mejor!”, intenta entender el porqué de la objeción. A veces, lo único que el cliente necesita es un poco más de información para sentirse seguro.

4. Táctica Sandler: Prevenir antes que curar

Aquí es donde la metodología Sandler entra en juego. ¿Por qué manejar objeciones cuando puedes prevenirlas antes de que aparezcan? Según Sandler, muchas de las objeciones surgen porque no se ha hecho el trabajo previo de identificar los posibles problemas antes de presentar la solución. Haz las preguntas correctas al principio y podrás detectar cualquier posible objeción antes de que se convierta en un problema mayor.

La idea es simple: si logras que el cliente te diga desde el principio cuáles son sus preocupaciones, no te pillarán desprevenido más tarde. Sandler destaca que esta estrategia no solo te ayuda a manejar mejor las objeciones, sino que también ahorra tiempo y evita sorpresas desagradables.

5. Reformula la objeción como una oportunidad: Dale la vuelta a la tortilla

Imagina que un cliente te dice: “Esto es demasiado caro”. ¿Qué haces? ¿Bajas el precio? ¡Error! En lugar de eso, usa la objeción para hablar de valor. Como sugiere Chili Piper, en lugar de centrarte en el precio, pregúntales qué parte de la solución no les convence en términos de valor. ¿Es el coste inicial lo que les preocupa, o no están viendo todo lo que pueden ganar a largo plazo? Reformular la objeción de esta manera te permite reposicionar tu propuesta y hacerles ver que no es un gasto, sino una inversión.

6. Tácticas específicas para las objeciones más comunes:

Cada objeción tiene su truco. Vamos a desglosar algunas de las más comunes y cómo manejarlas sin perder la cabeza:

"Es demasiado caro": No caigas en la trampa de discutir sobre el precio. En su lugar, habla de lo que el cliente va a ganar a largo plazo. Masterclass recomienda enfocarte en los beneficios que su inversión va a traer, y cómo esos beneficios superan el coste inicial.

"No tengo tiempo para esto": A nadie le sobra el tiempo, y lo sabemos. La clave aquí es demostrarle al cliente cómo tu producto no solo va a ahorrarles tiempo en el futuro, sino que también puede ser rápido y fácil de implementar. Según HubSpot, usa historias de clientes anteriores que lograron implementar la solución sin sacrificar sus apretadas agendas.

"Ya estamos trabajando con otra empresa": Genial. Si ya tienen una solución, tu tarea es mostrarles lo que se están perdiendo. Como menciona Indeed, compara cómo tu solución es más flexible, eficiente o rentable a largo plazo. El truco es no hablar mal de la competencia, sino destacar lo que te hace único.

"Déjame pensarlo": Esta es la típica forma educada de decirte “no, gracias”. Aquí lo ideal es preguntar qué es lo que necesitan pensar o si hay alguna duda que puedas resolver en ese momento. Esto demuestra que estás disponible para aclarar cualquier cosa y que no estás presionando para una decisión inmediata, como bien apunta Chili Piper.

7. Usa las objeciones para generar confianza

Las objeciones no son el fin del mundo, aunque en el momento puedan parecerlo. Si las manejas bien, puedes utilizarlas para generar aún más confianza. Como comenta Salesforce, el hecho de que un cliente exprese sus dudas es una señal de que está interesado en lo que ofreces. Si no le importara en absoluto, no estaría cuestionándote. Aprovecha esa curiosidad para resolver sus dudas y demostrar que tienes la experiencia y el producto adecuados.

8. Practica la empatía (aunque te cueste)

Sí, todos sabemos que los vendedores están entrenados para tener una respuesta para todo, pero a veces lo único que un cliente quiere es que lo entiendas. La empatía es clave cuando se trata de manejar objeciones. Hazles saber que entiendes sus preocupaciones, pero luego resuelve el problema con hechos. Según Masterclass, una simple frase como “Entiendo por qué te preocupa el coste, pero...” puede ser el puente entre una venta perdida y una cerrada.

9. No tengas miedo al "no"

Uno de los mayores errores al manejar objeciones es temer al “no”. Pero aquí te traigo una noticia: es completamente normal. No todos los clientes están listos para comprar en el primer contacto, y algunos nunca lo estarán. Sandler sugiere que, en lugar de intentar superar todas las objeciones a la fuerza, a veces lo mejor es aceptar que no siempre podrás cerrar la venta en ese momento. Lo importante es dejar una buena impresión para futuras oportunidades.

Conclusión: Las objeciones son tus aliadas (aunque ahora no lo parezca)

Si has llegado hasta aquí, ya sabes que las objeciones no son el enemigo, sino una oportunidad de oro para demostrar tu habilidad como vendedor. Las tácticas van desde la prevención con el enfoque Sandler, hasta la reformulación inteligente de las dudas del cliente. Recuerda que manejar objeciones no se trata de salir victorioso en una batalla verbal, sino de construir una relación de confianza a largo plazo. Así que la próxima vez que escuches “es demasiado caro” o “déjame pensarlo”, respira hondo, escucha, empatiza y convierte esa objeción en tu mejor arma.